14 de octubre de 2011

YOGA



 
“El Yoga es un antiguo sistema de filosofía, estilo de vida y técnicas que hace evolucionar todas las facetas de la persona: la parte física, la vitalidad, la mente y las emociones, así como la sabiduría, la ética y la calidad de las relaciones interpersonales. Nos lleva a descubrir la realidad espiritual inherente a cada uno de nosotros”
                              Swami Niranjanananda


 
SINTONIZAR EL CUERPO Y LA MENTE
La vida moderna ha alejado al hombre de las influencias benignas y rítmicas de la naturaleza. Los ritmos internos, la naturaleza inherente (como de relojería) de los sistemas nervioso y endocrino se ha desequilibrado debido a los efectos del estrés y la tensión que provocan sensaciones de malestar y conducen a la enfermedad y a la neurosis.
Probablemente la mejor manera de contrarrestar los ritmos insalubles del cuerpo es la de superimponer nuevos ritmos psicofísicos de tal naturaleza que promuevan la salud. Los químicos, las terapias de "shock", los nuevos modos de comportamiento y condicionamiento, técnicas psicológicas y muchos otros métodos han sido utilizados a través de los siglos en un intento de mejorar las funciones internas y la experiencia, pero con poco éxito. De hecho, estos métodos no cambian el "estroma neural" ni alteran radicalmente la estructura mental, en general, y fallan al no aportar cambios duraderos.
El método yóguico para alterar los ritmos internos se realiza de un modo lento y sistemático. No intenta cambiar nada radicalmente; más bien, busca moldear o modificar lentamente las estructuras existentes. Impone una fuerza benévola regular y consistente que aspira a fluir con los ritmos naturales inherentes al cuerpo y reforzarlos. Trabaja con la naturaleza y no contra ella.
Cuando practicamos yoga diariamente, añadimos un nuevo factor a nuestras vidas, una serie ordenada, consecutiva, sistemática, vigorizante y purificadora de asanas, pranayamas, meditación, japa y mantras. Es como si estuviéramos inyectando unas cuantas partículas de prana a las estructuras ya existentes. El crecimiento del cuerpo continúa; el metabolismo, la conducción nerviosa, las secreciones hormonales endócrinas, las actividades diarias prosiguen su vía normal y natural.
El yoga surge como un medio poderoso para ejercer control consciente sobre nuestros sistemas corporales comunmente ocultos, como un regulador o mecanismo de fino ajuste para los procesos del cuerpo. El individuo emerge de las fuerzas que los oprimen, de los patrones neuróticos inapropiados y habituales y de las fuerzas negativas que lo impulsan, y comienza a gozar de una vida espontánea más en sintonía con los ritmos de la naturaleza.


COMO CONTRARRESTA EL YOGA EL ESTRES
Los signos visibles del estrés, como apretar el puño o crujir los dientes, son de naturaleza animal y no son los característicos del hombre "civilizado". De allí que incluso la respuesta de "lucha o fuga" del sistema fisiológico es el residuo de un estadio primordial o animal de nuestra evolución. Como monos desnudos, todavía compartimos algo del lenguaje corporal con nuestros ancestros. De allí que nuestra evolución al siguiente y más elevado estadio de conciencia no se llevará a cabo, a menos que los instintos del animal que aún están en nosotros, incluyendo la respuesta de "lucha o fuga" sean trascendidos. Desde la definición misma del yoga, "yogas chitta vritti nirodhah", el yoga nos ayuda a bloquear los patrones de conciencia, incluyendo la respuesta de "lucha o fuga". Asi, el yoga penetra en la raiz misma de la formación del estrés en nuestra mente, lo que nos proporciona una terapia contra el estrés, sin paralelos, aunque resulte que la terapia sea solo un medio para un fin más alto.
Con el yoga, los estímulos internos se reducen a un mínimo, al hacer que el cuerpo esté saludable y así los sistemas  fisiológicos puedan funcionar mejor de un modo armonioso y todo el cuerpo esté en fina sintonía y equilibrio. El yoga también se ocupa de los estímulos externos a través de la práctica de pratyahara. En el estado de pratyahara, o de remoción de las funciones sensoriales, solo los recuerdos guardados en el cerebro pueden agitar la mente. Estas impresiones guardadas se "limpian" a través de las prácticas de antar mouna y otras técnicas de meditación, y así se remueven las impresiones negativas.
Cuando se limpia la mente de la escoria acumulada y se desaloja la desazón interna o el estrés a través de las prácticas de yoga, la persona se transforma en un perfecto instrumento de percepción capaz de analizar datos y de traducir nuestra propia mente si estuviera libre de estrés y no taponada con defectos.
Entonces estaremos en un continuo estado de meditación, ya sea que estamos durmiendo, comiendo, trabajando o haciendo lo que estemos haciendo. No habrá sensación de ansiedad o de estrés en ninguna circunstancia.
Los impulsos egocéntricos, los intereses egoístas normales u obsesivos, desaparecerán. Automáticamente, comprenderemos mejor a los demás y mejorará nuestro sentimiento hacia ellos. Al verse bajo una nueva luz, las fragmentadas y opuestas actitudes y opiniones de los individuos ya no parecerán contradictorias, sino que se complementarán una a otra y se fusionarán en armonía. Comenzamos a ver la unidad, unión, perfección, concordia, en lugar de separación, diferencias, imperfecciones y discordias.
Los eventos externos se percibirán claramente, pero sin las usuales repercusiones negativas y adversas. Las impresiones externas que fluyen a la mente serán absorvidas y dirigidas suavemente. Las respuestas llegarán de manera espontánea a la mente, no habrá conflicto, bloqueo o esfuerzo; no habrá constipación mental, cada cosa andará como debe andar, sin el usual trajín desordenado. Cada reacción será perfectamente apropiada a la situación dada. los eventos externos serán los mismos, pero nuestras relaciones con ellos serán totalmente diferentes. En lugar de estar continuamente irritados por los altibajos de la vida, nos deslizaremos a través de ellos con un sentimiento de felicidad.
La preocupación, el temor, la rabia, la depresión y los celos no interferirán más con nuestro trabajo o nuestra vida misma. Los sentimientos comunes de frustración, insatisfacción e infelicidad se desvanecerán, inclusive el temor opresivo y melancólico a la muerte o a la enfermedad cesará, pues se verán a la luz de una nueva y más elevada comprensión.


"El manejo del estrés a traves del yoga"


                                                     

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